Sin despistes

No pretendo despistar a nadie. Lo que ha continuación describo es lo que pretendo describir. 
A la casa llega su perfume, que al pasar por mi filtro nasal, pongo el nombre de aroma. El calefactor que se levanta en una esquina recibe el apoyo de su cuerpo y así la casa al pasar por el filtro ambiental recibe el nombre de hogar. Ese hogar ya es merecedor de un poco de mimo y sus paredes son coloreadas poco a poco, así se disfruta el proceso. El hogar cobra vida y necesita estar siempre rodeado de vida. Plantas, muchas plantas. Un hogar vivo, tan vivo que no sé si la luz exterior le da más vida o viceversa. Poco a poco se va llenando de literatura, nos poseen, pero no nos sentimos invadidos, por allí se pasean Cortázar, Kundera, Hemingway, Gaarder, Henry Miller, etc. Y nos hablan, discutimos, y cuando no queremos hablar, ni que nos hablen, ni discutir, ni nada de nada, entendemos que el hogar no tiene culpa, así ponemos música... pop, rock, clásica, des-clásica...
A media noche, el hogar se relaja, pero no aprovechamos para sumirlo en el letargo, le acariciamos con varios puntos de luz, y pensando un poco en nosotros sacamos el vino y aunque no hay censura, lo demás no hace falta describirlo. Que no, que no quiero despistar a nadie. Todo esto es para decir que el mundo está dentro. Pero se explica mejor con ese recorrido.

Comentarios

  1. Cuando el hogar alcanza la condición de mundo y el mundo se abre en el hogar, los sentidos se colman. Felicidades.

    ResponderEliminar
  2. Precioso post escrito con tu alma de poeta.
    Mi niño te quiero mucho sigue asi siempre!!
    Muakiss

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Estructuras

Posibilidades

Huir del equilibrio